La forma latina medieval, de la cual las lenguas modernas y el griego bizantino tardío toman sus nombres para el antimonio, es antimonio. El origen de esto es incierto; todas las sugerencias tienen alguna dificultad de forma o de interpretación. La etimología popular, de ἀντίμοναχός anti-monachos o antimoine francés, todavía tiene adeptos; esto significaría "asesino de monjes", y se explica porque muchos de los primeros alquimistas eran monjes y el antimonio era venenoso. Sin embargo, la baja toxicidad del antimonio (ver más abajo) hace que esto sea poco probable. Otra etimología popular es la palabra griega hipotética ἀντίμόνος antimonos, "contra la soledad", explicada como "no encontrado como metal", o "no encontrado sin alear". Lippmann conjeturó una palabra griega hipotética ανθήμόνιον anthemonion, que significaría "floret", y cita varios ejemplos de palabras griegas relacionadas (pero no esa) que describen la eflorescencia química o biológica. Los primeros usos del antimonio incluyen las traducciones, en 1050-1100, de Constantino el Africano de tratados médicos árabes. Varias autoridades creen que el antimonio es una corrupción de escribas de alguna forma árabe; Meyerhof lo deriva de ithmid; otras posibilidades incluyen athimar, el nombre árabe del metaloide, y un hipotético as-stimmi, derivado del griego o paralelo al mismo. El símbolo químico estándar del antimonio (Sb) se le atribuye a Jöns Jakob Berzelius, quien derivó la abreviatura de stibium. Las palabras antiguas para antimonio tienen en su mayoría, como su significado principal, kohl, el sulfuro de antimonio. Los egipcios llamaron al antimonio mśdmt; en los jeroglíficos, las vocales son inciertas, pero la forma copta de la palabra es ⲥⲧⲏⲙ (stēm). La palabra griega, στίμμι stimmi, es probablemente una palabra prestada del árabe o del egipcio stm y es utilizada por los poetas trágicos áticos del siglo V a. C. Los griegos posteriores también usaron στἰβι stibi, al igual que Celsus y Pliny, escribiendo en latín, en el siglo I d.C. Plinio también da los nombres Stimi [sic], larbaris, alabastro, y el platyoftalmos "muy común", "ojo ancho" (por el efecto del cosmético). Los autores latinos posteriores adaptaron la palabra al latín como stibium. La palabra árabe para la sustancia, a diferencia del cosmético, puede aparecer como إثمد ithmid, athmoud, othmod o uthmod. Littré sugiere que la primera forma, que es la más temprana, deriva de stimmida, un acusativo de estimmi.