Scotlandita

La escocita es un mineral de color amarillo pálido, blanco grisáceo, incoloro y transparente, con un brillo adamantino o nacarado. Presenta una dureza de 2 en la escala de dureza de Mohs. La escocita ocurre como cristales en forma de cincel o de hojas elongados a lo largo del eje c, con tendencia a formar racimos radiantes. Sus cristales se caracterizan por las caras {100}, {010}, {011}, {021}, {031} y {032}. La escocita muestra una exfoliación perfecta a lo largo del plano {100} y una menos buena a lo largo del plano {010}. La densidad medida es de 6.37 g/cm.

La escocita se encuentra en asociación con piromorfita, anglesita, lanarkita, leadhillita, susannita y barita. Ocurre en cavidades de barita masiva y anglesita, y está estrechamente asociada con lanarkita y susannita. La escocita representa la fase más reciente en la secuencia de cristalización de los minerales secundarios de plomo asociados. A menudo se puede encontrar en la anglesita cavernosa como cristales individuales amarillentos de hasta 1 milímetro de longitud que a veces se organizan en agregados en forma de abanico. La anglesita se puede reconocer normalmente en un recubrimiento muy fino sobre la escocita que se usa para proteger el sulfito de una mayor oxidación. Una segunda variedad de escocita también puede ocurrir en cavidades distribuidas discontinuamente entre la masa de anglesita que contiene la primera variedad y la matriz de barita. Esta variedad se caracteriza por cristales diminutos, blanquecinos a transparentes, y cúmulos de cristales de menos de un milímetro de tamaño, que recubren grandes porciones del interior de las cavidades. La escocita es un mineral excepcionalmente raro, ya que se encuentra en pequeñas cantidades en pocos lugares del mundo.