La explotación de lapislázuli lleva en la tierra más de 6000 años, encontrándose primeramente en regiones de Afganistán, donde actualmente se sigue utilizando. Era utilizado como amuleto por los sirios, egipcios y babilonios, incluyendo esculturas ornamentales. Era además utilizado como el pigmento ‘ultramarino’ en el arte medieval, hasta que llegó su contraparte sintética en el siglo XIX.