Prehnita

La dureza razonable de prehnita se atribuye a su tendencia a contener inclusiones naturales y una posible exfoliación, lo que la hace más propensa a agrietarse o astillarse al impacto.

Prehnita es en general resistente bajo la mayoría de las condiciones encontradas durante el uso diario, aunque se debe tener precaución con el calor y los productos químicos. Su capacidad para resistir el agua, la luz solar y la sequedad contribuye a su durabilidad general.

Es un mineral secundario formado en las grietas de las rocas volcánicas básicas, siempre que sean ricas en calcio. También en rocas ígneas y menos frecuentemente como producto del metamorfismo de grado bajo. En todas ellas, puede aparecer rellenado cavidades en la roca como formaciones botrioidales o en abanico, o tapizando fracturas. Los cristales bien definidos son raros y de tamaño pequeño. Es típico mineral hidrotermal secundario, producido a partir de la alteración de plagioclasas básicas de gabros y anfibolitas. Suele aparecer siempre junto a zeolitas, de forma que muchas veces es clasificado como tal; pero las zeolitas son tectosilicatos y la prehnita es filosilicato. Es muy típica su asociación con la zeolita denominada laumontita. Otros minerales asociados son datolita, girolita, fluorapofilita, cuarzo, calcita, cobre, pectolita, estilbita y otras zeolitas.

La prehnita no tiene un alto valor industrial en sí misma, sin embargo, sí alberga un gran interés científico y patrimonial. Debido a ello, se usa en exposiciones de mineralogía, estando presente en diversas colecciones alrededor del mundo. También es utilizada con fines ornamentales o para tallarla como gema, siendo muy apreciada por los coleccionistas.

Es un mineral relativamente frecuente. Existen yacimientos notables en Cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica), en particular en las doleritas de Karoo, en el distrito de Chris Hani.​ También se encuentra en diversas zonas de Estados Unidos, Bombay (India), Alemania y otros muchos países repartida por todo el mundo. En La Combe de la Selle, Saint Christophe en Oisans - Isère (Francia), se encuentran magníficos agregados en forma de cascos con crestas, considerados entre los mejores del mundo.​ En España se han encontrado buenos ejemplares junto a la carretera, a 1 km al E de Caravaca (Murcia), en la cantera Minera I, Lebrija (Sevilla) y en la cantera explotada en el Cerro de las Culebras, Carchelejo (Jaén).​ En México se ha encontrado en San Isidro, Baja California. ​ Se usa poco, como piedra ornamental, aunque puede ser tallada como gema semipreciosa. El principal interés es el científico y coleccionístico.

Aunque no es una zeolita, la prehnita se encuentra asociada con minerales como datolita, calcita, apofilita, estilbita, laumontita y heulandita en venas y cavidades de rocas basálticas, a veces en granitos, sienitas o gneis. Es un mineral indicador de las facies metamórficas prehnita-pumpellyita.

Se describió por primera vez en 1788 para una ocurrencia en los doleritas Karoo de Cradock, provincia del Cabo Oriental, Sudáfrica. Lleva el nombre del coronel Hendrik Von Prehn (1733-1785), comandante de las fuerzas militares de la colonia holandesa en el Cabo de Buena Esperanza de 1768 a 1780.

La prehnita se conoce por tener un alto poder de purificación por lo que es llamada “sanadora de sanadores”. Es considerada un símbolo de amor incondicional que sana el corazón y le da estabilidad al sistema nervioso. También es recomendada para conciliar el sueño y alejar pesadillas. Se le atribuye la capacidad de conectar al ser humano con seres superiores.