Molibdenita

Molibdenita se considera de bajo riesgo para la exposición humana típica, pero puede ser tóxico para algunos animales, como el ganado y las ovejas. Es importante almacenarlo fuera del alcance de los animales.

Molybdenite encuentra en depósitos minerales hidrotermales de alta temperatura. Sus minerales asociados incluyen pirita, calcopirita, cuarzo, anhidrita, fluorita y scheelita. Los depósitos importantes incluyen los depósitos de molibdeno de pórfido diseminado en Questa, Nuevo México y las minas Henderson y Climax en Colorado. La molibdenita también se encuentra en depósitos de pórfido de cobre de Arizona, Utah y México. El elemento renio siempre está presente en la molibdenita como sustituto del molibdeno, generalmente en el rango de partes por millón (ppm), pero a menudo hasta 1–2%. El alto contenido de renio da como resultado una variedad estructural detectable mediante técnicas de difracción de rayos X. Los minerales de molibdenita son esencialmente la única fuente de renio. La presencia del isótopo radiactivo renio-187 y su isótopo hijo osmio-187 proporciona una técnica de datación geocronológica útil.

La molibdenita contiene grandes cantidades del metal molibdeno, por lo que es una importante fuente para su extracción. Otro elemento importante que se extrae de ella es el renio. También se usa como lubricante, aditivo de grasas, y en electrónica en la fabricación de transistores.

La molibdenita se considera una piedra que equilibra y alinea todos los chakras, es decir, no activa ninguno en particular. Se cree que favorece el flujo de energía, la creatividad, absorbe malas energías, promueve la armonía, alejando las malas actitudes. Se piensa que en la meditación aporta iluminación, estimula la inteligencia y tiene efectos positivos en el sistema circulatorio.