Mica

Las micas comercialmente importantes son la moscovita y la flogopita, que se utilizan en una variedad de aplicaciones. El valor de la mica se basa en varias de sus propiedades físicas únicas. La estructura cristalina de la mica forma capas que pueden dividirse o deslaminarse en hojas delgadas, usualmente causando foliación en las rocas. Estas hojas son químicamente inertes, dieléctricas, elásticas, flexibles, hidrofílicas, aislantes, livianas, planas, reflectantes, refractivas, resistentes, y varían en opacidad desde transparentes hasta opacas. La mica es estable cuando se expone a electricidad, luz, humedad y temperaturas extremas. Tiene propiedades eléctricas superiores como aislante y como dieléctrico, y puede soportar un campo electrostático mientras disipa una cantidad mínima de energía en forma de calor; puede dividirse en capas muy delgadas (0.025 a 0.125 milímetros o más delgadas) manteniendo sus propiedades eléctricas, tiene una alta resistencia dieléctrica, es térmicamente estable hasta 500 °C (932 °F), y es resistente a la descarga de corona. La moscovita, la principal mica utilizada por la industria eléctrica, se usa en capacitores que son ideales para alta frecuencia y radiofrecuencia. La mica de flogopita permanece estable a temperaturas más altas (hasta 900 °C (1,650 °F)) y se utiliza en aplicaciones en las que se requiere una combinación de estabilidad a altas temperaturas y propiedades eléctricas. La moscovita y flogopita se utilizan en formas de hoja y pulverizadas.

La palabra mica se deriva del latín mica, que significa una migaja, y probablemente influenciada por micare, que significa brillar.