La esmeralda (piedra preciosa) es una de las cuatro principales gemas más apreciadas en joyería, junto a diamantes, rubíes y zafiros. Esta piedra preciosa ha sido una de las más apreciadas entre los monarcas, como la mismísima Cleopatra. Su nombre proviene del griego que quiere decir "verde", su color característico de gran intensidad. Por eso, es normal usar como color las palabras "verde esmeralda".