La smithsonita debe su nombre a James Smithson, fundador de la insigne institución científica. Se trata de un mineral común en todo el mundo. Sin embargo, su belleza, la singularidad de sus cristales y sus masas granulares porosas la hacen de gran interés para los coleccionistas. Dependiendo de los elementos que la compongan, la smithsonita puede presentar muy diversas tonalidades. Aún así, su color no es lo suficientemente intenso como para presentar interés para la industria joyera.