De base blancuzca, el aragonita se suele ver coloreado con tonos azules, verdes o violetas. Su nombre surge de la localidad de Molina de Aragón, en la región de Castilla-La Mancha, en España, aunque por su nombre se creía que surgía de la región homónima. Está presente en elementos como las perlas y el coral, siendo esencial para su formación.