Heliotropo

Heliotropo es típicamente no tóxico a menos que esté en forma de polvo. La exposición prolongada a polvo finamente molido puede conducir a la silicosis. Por lo tanto, al cortar o pulir heliotropo, asegúrese de usar una mascarilla para evitar inhalar su polvo.

Heliotropo muestra una excelente dureza debido a su estructura criptocristalina y falta de planos de clivaje, proporcionando resistencia a la rotura y haciéndola adecuada para el uso diario.

Heliotropo demuestra resistencia bajo la mayoría de las condiciones diarias. Mantiene su integridad cuando se expone al agua, la luz solar y la sequedad. Aunque debe evitar el calor y los productos químicos fuertes, estas exposiciones son menos comunes en el uso diario.

El heliotropo se utiliza en la actualidad principalmente como elemento de joyería. Es común encontrarlo tanto en piezas de ornamentación, collares o pendientes como en forma de estatuilla o de pequeño utensilio.

Muchas culturas antiguas valoraban heliotropo como una piedra mágica. Los babilonios y egipcios creían que heliotropo podía darles fuerza o hacerlos invisibles. En la antigua Grecia, se creía que esta piedra podría cambiar el clima. Según las tradiciones cristianas, las manchas rojas en el heliotropo son un símbolo de la sangre de Cristo.

Se ha encontrado en Australia Occidental, Brasil, Bulgaria, República Checa, Italia, Nueva Escocia y numerosos lugares en los Estados Unidos. También hay casos de hematites en la isla de Rum, en Escocia.

El agregado mineral heliotropo (del griego ἥλιος, hḗlios "sol", τρέπειν, trépein "girar"), también conocido como piedra de sangre, es una mezcla criptocristalina de cuarzo que se presenta principalmente como jaspe (opaco) o, a veces, como calcedonia (translúcido). La piedra de sangre "clásica" es el jaspe verde opaco con inclusiones rojas de hematita. Las inclusiones rojas pueden parecerse a manchas de sangre, de ahí el nombre de piedra de sangre. El nombre heliotropo se deriva de varias nociones antiguas sobre la forma en que el mineral refleja la luz.

La heliotropo es llamada también la “piedra de cristo”, pues una leyenda cuenta que se formó de la sangre que cayó a la tierra en el momento de la crucifixión. Es considerada un poderoso talismán que atrae vitalidad, coraje y energía a quien lo porta. Estimula el chakra raíz, por lo que canaliza la energía entre cuerpo, mente y espíritu.