La monacita debe si nombre a la expresión griega antigua “estar solo”, lo que alude al aislamiento de los cristales que hacen aparición en esta roca. Se trata de un mineral radioactivo que contiene elementos de tierras raras, como el cerio, el lantano o el torio, siendo fuente natural de estos. Además, a partir de la monacita se obtiene óxido de cerio, empleado en el pulido de gemas y en la elaboración de productos del vidrio.