Acetamida

La acetamida ha sido detectada cerca del centro de la galaxia Vía Láctea. Este hallazgo es potencialmente significativo porque la acetamida tiene un enlace amida, similar al enlace esencial entre aminoácidos en las proteínas. Este descubrimiento apoya la teoría de que las moléculas orgánicas que pueden dar lugar a la vida (como la conocemos en la Tierra) pueden formarse en el espacio. El 30 de julio de 2015, científicos informaron que, tras el primer aterrizaje del módulo Philae en la superficie del cometa 67/P, las mediciones por los instrumentos COSAC y Ptolemy revelaron dieciséis compuestos orgánicos, cuatro de los cuales – acetamida, acetona, isocianato de metilo y propionaldehído – fueron observados por primera vez en un cometa. Además, la acetamida se encuentra infrecuentemente en vertederos de carbón en combustión, como un mineral del mismo nombre.

La acetamida se usa como plastificante y disolvente industrial. La acetamida fundida es un buen disolvente con una amplia gama de aplicaciones. Notablemente, su constante dieléctrica es más alta que la de la mayoría de los disolventes orgánicos, lo que le permite disolver compuestos inorgánicos con solubilidades muy similares a las del agua. La acetamida se utiliza en electroquímica y en la síntesis orgánica de productos farmacéuticos, pesticidas y antioxidantes para plásticos. Es un precursor de la tioacetamida.